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6 consejos para perder el miedo al dentista

Seamos realistas, ir al dentista no siempre es divertido; y cuando llega el momento en el que el médico debe poner sus manos y herramientas en nuestros dientes, el miedo nos invade por completo.

 

Sin embargo, es importante que tengas presente que los dentistas cuentan con las herramientas y las técnicas necesarias para minimizar las molestias con mucha eficiencia. 

 

Y sí, sabemos que superar esa fobia tiene su proceso, pero nosotros te ayudaremos a que la próxima cita se te haga más ligera, con estos 6 consejos para perder el miedo al dentista. 

6 consejos que harán que pierdas el miedo a ir al dentista

 

¿Le tienes terror al dentista? 

 

Puedes estar seguro de que no estás solo, así que anímate a superar esa fobia y toma nota de estos 6 consejos para superar el miedo al dentista. 

 

Encuentra al dentista ideal

Una de las mejores formas de superar el miedo al visitar al dentista, es encontrar uno en el que puedas confiar.

 

Esto te podrá llevar algo de tiempo, pero merece el esfuerzo.

 

Puedes buscar recomendaciones en allegados y amigos para que te sientas con más confianza al momento de elegir a tu dentista.

 

Y ten siempre presente que las experiencias y expectativas de todos no son iguales; de modo que, considera programar una cita para conocerlo y familiarizarte con el consultorio.

 

Comprende tus miedos

Una vez hayas encontrado a ese dentista con el que sientes que puedes sentirte cómodo, no sientas pena de expresarle exactamente tus inquietudes y temores.

 

Comprender qué es exactamente lo que desencadena ese temor, es un paso importante para afrontarlo.

 

¿Es incertidumbre?

 

En caso de que sea así, díselo a tu dentista; él o ella podrá brindarte información más detallada sobre todo los pasos del tratamiento.

 

¿Es posible que sea temor a sentir dolor? 

 

En ese caso, se podría considerar un método alternativo de anestesia.

 

¿Es el sonido del taladro?

 

Entonces, usar unos audífonos y escuchar la música que te gusta a un volumen que impida que escuches el sonido del taladro, podría ayudarte a afrontar el proceso.

Técnicas de relajación 

 

Nunca está de más practicar varias técnicas que te ayuden a controlar tu nerviosismo antes de ir al dentista o incluso cuando estés a punto de pasar al sillón dental. 

 

Intenta probar varios ejercicios de respiración o meditación para tener una idea de cómo puedes controlar tu propio estado de ánimo en ese momento.

 

El simple hecho de saber que puedes influir activamente en tu mente te dará mayor seguridad.

 

Mantén el control

 

Mientras el dentista está ocupado en tu cavidad bucal, tendrás pocas oportunidades de expresarte verbalmente.

 

Y sí, sabemos que es un poco incómodo y tal vez esa situación forma parte de tus temores pero, en ese caso, procura acordar por anticipado una señal con la mano que indique que necesitas un descanso.

 

Tal vez golpear tres veces en la silla del dentista, para decirle sin palabras que estás abrumado con la situación actual. 

 

Todo se trata de mantener una buena comunicación con tu odontólogo. 

 

Comuníquese con su médico

 

La base de una buena relación médico-paciente es la comunicación; por eso, habla con tu dentista antes, durante y después de cada procedimiento.

 

Lo mismo aplica si estás a punto de ser sometido a una cirugía.

 

No temas en pedirle que te explique el procedimiento antes de comenzar, de seguro le agradará transmitirte su profesionalidad y hacerte sentir seguro. 

 

Y lo más importante, recuerda que tienes derecho a saber qué pasa y qué harán en tu boca.

 

Último recurso: Anestesia general

Si las técnicas de relajación, las señales, la música y la comunicación con tu dentista no hicieron efecto, la anestesia general podría ser el último recurso para ti.

 

Sin embargo, el dentista no puede administrar la anestesia; ya que, esta debe ser iniciada y monitoreada por un anestesiólogo capacitado.

 

Cabe destacar que la anestesia general es mucho más riesgosa que la anestesia local.

 

Por lo tanto, solo se debe elegir este recurso luego de haber agotado todas las demás opciones. 

 

¿Preparado para poner en práctica estos consejos?

 

Mantén una actitud positiva y recuerda que vas al dentista para mantener la salud y limpieza de tus dientes.

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